
Un asunto de interés en el desarrollo de los estándares es el uso e interpretación del etiquetado ambiental de consumo.
Las etiquetas ambientales se originaron independientemente en muchas industrias para resolver dos problemas:
1) Las presiones competitivas en el mercado recompensan a las compañías que pueden "exteriorizar" más costos posibles
2) no se pueden realizar preferencias del consumidor por productos y servicios no contaminantes que preservan a los recursos naturales sin proveer de información exacta y sincera disponible al consumidor.
Tradicionalmente, los gobiernos han usado su poder de internalizar los costos por medio de leyes y reglas. Pero mientras las corporaciones han aumentado sus riquezas y poder, la influencia que éstas tienen en el gobierno ha acabado con los límites. Para que las tendencias alternativas del mercado puedan reemplazar a las reglas del gobierno, los consumidores tienen que ser informados de los méritos relativos ambientales de los productos y servicios que usan.
Como la conciencia de los problemas asociados con la externalización de costos llegó a ser más obvia, muchas organizaciones sociales y ambientales trataron de llenar el vacío informativo. Crearon etiquetas para indicar el contenido reciclado, posibilidad del producto de ser reciclado, las prácticas agrícolas orgánicas, prácticas de silvicultura sostenible, y otras prácticas y carácteristicas de importancia ambiental.
Algunas empresas adoptaron entusiásticamente las etiquetas por reconocer su potencialidad como un instrumento comercial para atender a un mercado especial.
Mientras las etiquetas ganaban popularidad otros empresarios olían una oportunidad y empezaron a vender credibilidad a otras empresas en la forma de certificados y etiquetas ambientales.
Eventualmente, y con frecuencia a petición de la industria, los gobiernos intervinieron a estandarizar muchas de las etiquetas por ejemplo "orgánico" y "reciclado".
Aunque las reglas dentro de estados o países pueden ser estandarizadas, las corporaciones transnacionales no piensan que sean suficientes. Ven varias etiquetas ecológicas, algunas patrocinadas por gobiernos nacionales, como "barreras comerciales" inaceptables.
ISO ha identificado tres tipos generales de etiquetas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario